O al menos en mi caso.
Lo que viene siendo hablar a las paredes o hablar por hablar en principio no lle gusta a nadie, pero poco a poco te vas dando cuenta de que la mayoría oye lo que quiere, pero nunca escuchan. El mismo simil se prodría aplicar al caso entre leer y comprender, lo que supone una gran diferencia.
Así que una vez llegados a este punto, casi mejor hablar con las paredes pues esta nunca te engañará ni te dará una mala respuesta, o un mal consejo, o te hará seguir un camino equivocado. Lo peor que puede pasar es que de pronto te encuentres a ti mismo repondiendo a preguntas que pensabas que no tenían respuesta.
Veamos un ejemplo gráfico....



Sírvanse ustedes mismos una de autocomplacencia, por que yo no estoy por la labor.
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