
Aunque para vosotros el fin de semana termina hoy domingo, para nosostros lo hizo ayer sábado, eso no es nada nuevo.
El caso es que el jueves por la tarde, al salir de la oficina nos cojimos los coches, dos para ser exactos y pusimos rumbo a Muscat, capital del sultanato de Omán, donde ya estuve el pasado mes de noviembre. Tras hacer noche allí, quedamos con Zahir, un amigo de allá que nos llevó a navegar el viernes por la mañana. Fuimos en un barco preparado para la pesca deportiva y tras un buen rato persiguiendo delfines para pescar algún atún, tomando cervecillas a bordo, y por supuesto no pescar ni un lata de sardinas, dimos por terminada la aventura. Fuimos a una pequeña cala donde si que pescamos una red de pesca al levantar el ancla tras estar un buen rato haciendo snorkle, y bebiendo un par de cervezas más al son de los ritmos caribeños de Bob Marley.

Tras casi 400 Km y casi 4 horas de viaje, llegamos al campamento de Ras Al Jinz, junto a Ras Al Hadd y fuimos a ver el deshove de las tortugas gigantes y a jugar con unas recien "salidas" que tienen en un acuario.
Estos bichejos tan simpáticos pueden vivir hasta 160 años y pesar 150 Kg. Ponen su primera hornada de huevos a los 26 años y recorren el planeta deshovando cada 3 ó 4 meses, volviendo al mismo punto cada 4 años. Sólo deshovan por las noches preferiblemente de luna nueva para esconderse de los zorros y otros animales que acechan para comerse esos huevos, en unos agujeros de algo más de medio metro de profundidad que ellas mismas escarban en la arena.
Por la mañana nos levantamos a las 4,30 para verlas volver al mar antes del amanecer. Esta de la foto es la rezagada del grupo. Y después algo más de diez horas de viaje de vuelta a Dubai que empezamos a las 06:15 de la mañana.

Por supuesto, en Oman tampoco podían faltar los Camellos...